Con los años lo que parecía imposible al final sucedió y las cosas en los hospitales fueron mejorando…muchos estaban despertando y lo que yo veía también podían verlo. Que gran alivio..surgieron los planes de parto, protocolos de partos respetados, casas de nacimiento, reconocimiento a la violencia obstétrica..entonces comencé a vislumbrar otra realidad que hasta ahora no veíamos.
Mujeres que tenían claro el parto natural, que habían leído mil libros, profesoras de yoga, psicólogas…que cuanto más deseaban esa experiencia parece que la vida les daba el polo opuesto..bebés que no se colocaban,partos estancados.. cesáreas no deseadas llenas de frustración y dolor.
A través de mi propia experiencia pude entender mejor lo que pasaba ya que yo también fui una de estas mujeres.
Primer embarazo, 37 años, comadrona…¡Con todo lo que yo sabía!.. ¿Cómo no iba a tener un parto natural?. Quería poder vivir esta experiencia sí o sí.
El deseo era claro, pero mi lucha interna no encontró cabida.
Había 2 discursos claros en mi entorno..Somos mamíferas..todas podemos..parto en casa lo mejor..todo natural, parto orgásmico.. Y el discurso hospitalario y de mi familia cercana que decía el parto en casa es peligroso, eres una inconsciente, el parto duele mucho.
Mi mente quería si o si parto natural en casa pero algo dentro de mí (creencias inconscientes) no acababa de estar en paz.
Y si, parí en casa y aparentemente todo fue bien..pero no hubo placer, ni disfrute…Hubo miedo, dolor y una sensación agridulce de que el discurso que yo había comprado y vendido toda la vida tenía un fallo.
Hubo muchos fallos..pero para resumir, parí desde la cabeza. No me podía permitir otro tipo de parto y la propia presión, la idealización, el miedo al hospital, a no tener el parto deseado jugó en contra de la experiencia.
Allí fui consciente de que muchas mujeres estaban pasando por lo mismo que yo.
Y todo y que es verdad que el parto está diseñado para el placer y a través del parto se pueden vivir experiencias trascendentales increíbles, que el parto en casa es seguro y el cóctel hormonal es un regalo enorme para nuestra criatura..no tuvimos en cuenta que algunas mujeres .. tenemos miedos, heridas de infancia y corazas, una condición física “de oficina” no óptima y expectativas muy altas..Y todo y que continuamos siendo mamíferas..muchas veces somos mamíferas desconectadas de la naturaleza.
Comencé a observar a muchas mujeres frustradas con partos reales, que distaban mucho de su idea de parto orgásmico que les habían vendido en las redes sociales y me vi en crisis intentando integrar lo vivido.
Me di cuenta de mis errores, y pude comprobar en carne propia que el objetivo no solo era conseguir un parto natural sinó era poder vivir esta experiencia con amor, respeto y aceptación.
Y todo esto es lo que me ha llevado a querer acompañar a mujeres parejas que desean un parto natural.
Quiero poderlas acompañar de manera profunda, trabajando todos los factores internos y externos que les alejen del parto deseado y luego soltando y aceptando con amor la experiencia que la vida les devuelva.
Buscando más el disfrute del proceso, la aceptación, la conciencia que el resultado en sí, con el objetivo de conseguir el parto consciente natural deseado.